En palabras simples, la liquidez es el oxígeno que mantiene vivo a tu negocio. Es la capacidad de tu empresa de cumplir sus obligaciones financieras y la facilidad de convertir tus activos en dinero en efectivo, por si lo requieres para pagar deudas inmediatas.
Muchos empresarios confunden liquidez con ventas. ¡Error! Si vendes a crédito y tus clientes tardan en pagarte, puedes enfrentar brechas de liquidez y no poder hacer pagos porque tu cuenta bancaria está vacía, sin importar cuánto sume el importe de tus facturas por cobrar a futuro.
Aquí te presentamos cinco tácticas para mejorar la liquidez en tu negocio:
1. Diagnóstico financiero: para mejorar la liquidez, lo primero que debes hacer es conocer a detalle su estado actual y marcarlo como punto de referencia. El diagnóstico financiero revelará las necesidades de liquidez, el nivel de endeudamiento, el fondo de maniobra y el flujo de caja, entre otros indicadores.
2. Planificación y control del flujo de caja: significa conocer las necesidades de liquidez con anticipación para, por ejemplo, recurrir a tus fuentes de financiamiento en caso necesario.
3. Control de cuentas por cobrar y por pagar: de ser posible, reduce los plazos de pago de tus clientes, extiende los plazos de pago a tus proveedores e implementa acciones concretas para agilizar la cobranza.
4. Control estricto de inventarios: ajusta los inventarios a las temporadas altas y bajas para tu empresa. Toma acciones preventivas para que esos inventarios no se conviertan en fuga de liquidez, como comprar demasiada materia prima que después deberás desechar por deterioro o pagar sobreprecio por compras de emergencia.
5. Utiliza el financiamiento con inteligencia: el financiamiento debe ser una solución y no un problema más. Utilízalo con base en un plan financiero, determina necesidades específicas y paga tus cuotas a tiempo.
FECHA DE PUBLICACIÓN: 30/05/2024