Quien tenga la peregrina idea de siempre estar a la vanguardia tecnológica, se llevará muchas decepciones porque eso es imposible. ¡Los avances tecnológicos ocurren a la velocidad de la luz y no hay capital suficiente para ese propósito! Sin embargo, puedes elegir con sabiduría lo que la tecnología puede ofrecer a tu empresa y elaborar un plan financiero para invertir en su modernización.
La estrategia más recomendable es seleccionar los procesos que puedes automatizar u optimizar y evaluar el costo-beneficio de hacerlo, además de calcular el tiempo en el que amortizarás esa inversión. En este ejercicio vale la pena que evalúes cuáles funciones deben permanecer en manos humanas; por ejemplo, la atención a clientes.
La idea principal es adaptar la tecnología a tu empresa y no viceversa. La segunda idea en orden de importancia es que no arriesgues todo tu capital en este proceso y para eso existe el financiamiento. Tu plan financiero debe incluir cuál será tu fuente de dinero para que no te veas en aprietos por falta de liquidez.
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