Los aranceles y la inseguridad se han convertido en los principales lastres para el desarrollo económico de México. En el contexto actual, es crucial abordar estos factores debido a su impacto significativo en la economía mexicana, especialmente para que sectores clave como la industria y las Pymes puedan operar con estabilidad y seguridad.
El impacto de los aranceles en el sector externo y la inversión productiva
Las amenazas de Estados Unidos de aumentar un 25% los aranceles sobre productos mexicanos generan una gran incertidumbre en el sector externo de México. Este incremento afectaría significativamente al sector automotriz, donde empresas como General Motors, Ford y Stellantis tienen una fuerte presencia.
La relación con el T-MEC y la incertidumbre en la política comercial entre México y Estados Unidos complican aún más este escenario. El acuerdo comercial busca estabilidad regional, pero las amenazas arancelarias constantes socavan esa confianza y tienen repercusiones en:
• Inversión productiva: la amenaza de aranceles genera un clima de inseguridad que puede desmotivar nuevas inversiones.
• Confianza del consumidor: la percepción de inestabilidad afecta tanto a consumidores como a empresarios, perjudicando la economía mexicana en su conjunto.
Esta situación resalta la necesidad urgente de abordar estos desafíos para garantizar un entorno favorable para el desarrollo económico sostenible de México.
La inseguridad como obstáculo La inseguridad carretera representa uno de los mayores desafíos para la economía mexicana. El transporte de carga es especialmente vulnerable ante la delincuencia organizada, afectando rutas clave en estados como Puebla, Estado de México y Veracruz. Los robos al transporte de carga siguen siendo alarmantemente frecuentes; durante el actual sexenio se han registrado más de 20,000 incidentes anuales, según datos de la Asociación Nacional de Empresas de Rastreo y Protección Vehicular (ANERPV).
Las empresas enfrentan no solo pérdidas materiales, sino también interrupciones logísticas y altos costos en seguros. Este entorno hostil obliga a muchas Pymes a reducir operaciones, invertir en seguridad o incluso abandonar ciertas rutas. Para enfrentar este panorama se ha fortalecido la coordinación entre generadores de carga, transportistas y autoridades federales. Ejemplo de esto es la creación de divisiones especializadas dentro de la Guardia Nacional dedicadas a vigilar corredores estratégicos.
Sin embargo, el estado de derecho sigue debilitado por prácticas corruptas dentro del sistema judicial y la policial local. Casos frecuentes de extorsión por parte de jueces o policías municipales limitan la efectividad de los operativos e incentivan una cultura de impunidad. Es así como los aranceles y la inseguridad actúan como barreras gemelas que frenan el desarrollo sostenible y dificultan la consolidación de cadenas productivas seguras en el país.
Inseguridad jurídica: un freno a la atracción de Inversión Extranjera Directa (IED) La inseguridad jurídica se refiere a la falta de certeza y previsibilidad en el marco legal y regulatorio de un país. En México, este problema afecta negativamente la atracción de inversión extranjera directa (IED) debido a la percepción de riesgos elevados por parte de los inversores internacionales.
Impacto negativo en la atracción de IED:
• Falta de confianza: las empresas extranjeras son reacias a invertir en un entorno donde las leyes pueden cambiar arbitrariamente, lo cual aumenta los riesgos financieros y operativos.
• Inestabilidad económica: la incertidumbre en el marco legal puede provocar fluctuaciones en los mercados financieros, afectando la estabilidad económica necesaria para atraer inversiones.
• Modificaciones inesperadas: los cambios repentinos en políticas fiscales, laborales o ambientales sin consulta previa pueden desincentivar nuevas inversiones y causar que empresas ya establecidas reconsideren su presencia en el país.
• Conflictos legales: la falta de claridad y coherencia en las leyes mexicanas puede llevar a disputas legales costosas y prolongadas, afectando tanto a inversores nacionales como extranjeros.
• Percepción negativa: la imagen internacional de México como destino de inversión se ve perjudicada, haciendo que otras economías emergentes se vuelvan más atractivas para los inversores.
La acción contundente del gobierno es esencial para mejorar la seguridad física y jurídica. Un enfoque integral que combine políticas comerciales estables con mejoras sustanciales en seguridad puede atraer más inversiones y fortalecer el crecimiento económico. Las políticas comerciales estables proporcionan confianza a los inversionistas y permiten una planificación a largo plazo. Por su parte, la seguridad física y jurídica reduce los riesgos asociados con la operación de negocios e incentiva tanto a empresas nacionales como extranjeras.
Hacia un crecimiento económico inclusivo, seguro y sostenible en México
El riesgo de una desaceleración económica en México se intensifica si los aranceles y la inseguridad no son atendidos de manera efectiva. Sectores clave como la industria automotriz, manufactura y Pymes podrían enfrentar pérdida de competitividad, disminución en la generación de empleos y menor inversión extranjera.
La interrupción de la operación de las cadenas productivas afecta la capacidad del país para satisfacer la demanda interna y externa, además de impedir su avance hacia un desarrollo económico sostenible. La incertidumbre desalienta a los inversionistas y frena proyectos de expansión y modernización. El costo social se refleja en menos oportunidades laborales y menor bienestar para millones de familias mexicanas.
Es indispensable mejorar la confianza institucional para que sectores productivos, pequeñas y medianas empresas e inversionistas nacionales y extranjeros encuentren condiciones favorables y sostenibles en México.
