El análisis del movimiento de dinero en tu empresa durante determinado periodo es el balance económico. La cifra resultante indica la relación entre los ingresos y los egresos y puede ser positiva o negativa.
Cuando los ingresos son mayores que los gastos, el balance es positivo y existe superávit. ¡Esta es una gran noticia! La diferencia entre las entradas y las salidas de dinero son las utilidades, o sea, las ganancias. Es entonces cuando debes emplear tu visión estratégica para decidir lo que harás con ese capital.
El balance es negativo cuando existe déficit; es decir, cuando los gastos fueron mayores que los ingresos. No es una noticia tan mala, sino solo un indicativo de que es necesario ajustar algunos procesos. Si tu empresa tiene poco tiempo de operación es muy probable que registre un balance económico negativo. Esto es normal porque la inversión es cuantiosa y requiere tiempo para amortizar su costo y ser redituable.
Los largos plazos de pago que debes conceder a tus clientes para el pago de facturas pueden ocasionar un déficit de recursos. Esta situación se traduce en un problema de liquidez que entorpece la operación regular de tu empresa.
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