
"La salud financiera de tu empresa es un indicador claro de su desempeño, su viabilidad y, sobre todo, su potencial permanencia en el mercado, idealmente con posibilidades de crecimiento.
Los expertos señalan que son cuatro los factores básicos que es necesario medir para determinar la salud financiera de un negocio y, en su caso, los focos de atención para mejorarla: liquidez, solvencia, rentabilidad y eficiencia operativa. Por fortuna, todos estos factores son medibles y, por tanto, son mejorables.
• Liquidez: cantidad de efectivo y activos con valor en dinero que la empresa posee y que podría utilizar para pagar sus deudas, en caso de tenerlas.
• Solvencia: capacidad de la empresa de cumplir sus obligaciones continuas de deuda a corto, mediano y largo plazo.
• Rentabilidad: se concentra en el margen neto; es decir, la relación entre los ingresos totales y las ganancias netas. Muchas empresas operan por años con poco o nulo margen neto. Para ser rentable, una empresa debe poder transformar los insumos en ingresos netos; en otras palabras, tu negocio tiene que generar dinero de manera constante para considerarlo rentable.
• Eficiencia operativa: considera el margen de beneficio operativo básico, después de deducir todos los costos. Una empresa con salud financiera tiene más probabilidades de obtener inversiones y financiamiento, además de perfilarse con mayor seguridad hacia la vía de la expansión.
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