Sin importar la contundencia de cualquier campaña de mercadotecnia de tu empresa en todos los medios conocidos y por conocer, la mejor publicidad sigue siendo un cliente satisfecho. ¿Por qué? Porque acudirá a tu negocio una y otra vez, lo cual generará ventas recurrentes, y además lo recomendará a toda su red de contactos. ¿Y de qué depende este fenómeno? Más allá del producto o servicio que vendas, lo que ese cliente valorará es la experiencia de sus interacciones con tu empresa.
La experiencia del cliente inicia desde que busca proveedores del producto o servicio que tú ofreces. ¿Te encuentra con facilidad? ¿Cómo es su primer contacto y el siguiente y el siguiente? ¿El uso de tu producto o servicio es satisfactorio? ¿Cómo es el servicio postventa? ¿Recibe beneficios por ser cliente consentido? ¿Cómo se procura la recurrencia y se fortalece la lealtad?
A diferencia de la era predigital, los clientes actuales cuentan con redes sociales donde pueden compartir y calificar su experiencia con tu empresa, tanto buena como mala. Ninguna compañía quiere ser “cancelada” y, por el contrario, todas aspiran a recibir altas calificaciones para acceder a mercados cada vez más amplios. Por tanto, es recomendable que enfoques tus esfuerzos y tus recursos en optimizar la experiencia de tus clientes en todos los aspectos relacionados con tu negocio.
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