Declarar y pagar impuestos es una obligación para personas físicas y morales en México y tiene un impacto directo en el desarrollo económico del país, razón por la cual el gobierno debe enfocarse en fomentar la creación de empresas y en establecer condiciones adecuadas para que las actividades económicas se desarrollen en el ambiente más propicio posible, tanto dentro como fuera de las fronteras. El dinero recaudado por el gobierno mexicano se destina a diversas áreas esenciales para el bienestar de la sociedad; por ejemplo, obras sociales, educación pública, salud pública, infraestructura y desarrollo económico, entre otras.
Los recursos obtenidos por el gobierno mexicano no solo aseguran el funcionamiento básico del país sino que buscan transformar positivamente la vida de sus habitantes. De ahí la importancia del compromiso de las personas físicas y morales con el cumplimiento de sus obligaciones fiscales.
¿Existen beneficios directos para quienes cumplen sus obligaciones tributarias?La respuesta es sí. Con una óptima gestión financiera y contable, las empresas pueden utilizar las políticas tributarias a su favor a través de los créditos fiscales, que les permiten reducir sus obligaciones tributarias futuras. El crédito fiscal es la cantidad de dinero que una empresa tiene a su favor cuando sus deducciones autorizadas superan los ingresos gravados en un ejercicio fiscal. En otras palabras, es un saldo a favor que puede utilizarse para disminuir obligaciones tributarias futuras.
El crédito fiscal permite reducir el impacto de las cargas impositivas al poder acreditarse contra diferentes impuestos federales, con los siguientes beneficios:
• Menor desembolso inmediato: al reducir pagos provisionales y anuales, tu negocio conserva liquidez para invertir en operaciones y crecimiento.
• Planeación financiera más precisa: conocer y aplicar correctamente el crédito fiscal facilita la proyección de flujos y mejora la toma de decisiones comerciales.
• Ventaja competitiva: al optimizar tu carga tributaria, puedes ofrecer precios más competitivos o reinvertir tus ahorros fiscales.
Un ejemplo concreto es una empresa que dedica recursos importantes a la compra de insumos gravados; con comprobantes fiscales válidos, puede deducir estos gastos y generar un saldo a favor que disminuya su ISR o IETU en ejercicios futuros.
Ejemplos prácticos:
• Inversión en activos: una empresa que ha generado un crédito fiscal significativo puede decidir invertir en nuevos equipos o tecnología. Estos gastos deducibles no solo mejoran su capacidad operativa, sino que también generan mayores créditos fiscales futuros.
• Contratos relacionados: al firmar contratos con proveedores o socios comerciales, las empresas pueden negociar mejores términos financieros gracias a la mejora en su flujo de efectivo, derivada del uso óptimo del crédito fiscal.
• Manejo de liquidez: la aplicación del crédito fiscal ayuda a mantener una mayor liquidez, lo que permite enfrentar imprevistos económicos con mayor solvencia.
El crédito fiscal es una herramienta valiosa que impacta directamente en la salud financiera de las empresas y facilita un manejo más eficiente y estratégico de sus recursos. Para maximizar el uso efectivo del saldo tributario a favor generado por el crédito fiscal, te recomendamos:
• Mantener la documentación adecuada: conserva todos los comprobantes de pago y facturas oficiales que respalden tus deducciones.
• Obtener asesoría legal y contable: consulta con expertos para garantizar el cumplimiento de los requisitos legales y fiscales mediante los procesos establecidos.
• Planifica estratégicamente: utiliza el crédito fiscal para disminuir tus obligaciones tributarias futuras y mejorar la liquidez de tu negocio.
Como puedes ver, la correcta gestión de tus obligaciones tributarias es benéfico para ti y, en conjunto con el resto de la comunidad empresarial, también impulsa el desarrollo de México.