FECHA DE PUBLICACIÓN: 05/09/2025

Más crédito para las PyMEs mexicanas: la gran apuesta del Gobierno y la banca hacia 2030

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El acceso al financiamiento ha sido históricamente uno de los principales obstáculos para el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) en México. En 2025, este reto entra en una nueva etapa: el Gobierno federal y la Asociación de Bancos de México (ABM) sellaron un acuerdo para incrementar de forma sostenida el crédito a las PyMEs, con la meta de elevar su participación en la economía hasta alcanzar el 30% del PIB en 2030. Para los emprendedores y empresarios, esta medida representa una oportunidad histórica que puede transformar la manera en que se financian los negocios en el país.


El panorama actual: mucho potencial, poco financiamiento

Las PyMEs generan más del 70% de los empleos formales en México y alrededor del 50% del PIB. Sin embargo, el financiamiento bancario sigue siendo limitado. De acuerdo con cifras oficiales, el crédito bancario al sector privado apenas representa el 33% del PIB, una proporción menor que la observada en países como Chile o Brasil.

Esto se traduce en dificultades para acceder a préstamos con tasas competitivas, poca liquidez para crecer y una dependencia excesiva de fuentes informales de financiamiento, como préstamos personales o créditos con proveedores. La falta de crédito frena la innovación, la modernización tecnológica y la posibilidad de competir en mercados internacionales.


El compromiso del Gobierno y la banca

Durante la 88ª Convención Bancaria en Nuevo Vallarta, la presidenta Claudia Sheinbaum subrayó la necesidad de que la banca impulse un mayor acceso al crédito. A su lado, Emilio Romano, nuevo presidente de la Asociación de Banqueros de México, reafirmó el compromiso del sector financiero para acompañar al Gobierno en esta estrategia.

El acuerdo establece un aumento promedio del 3.5% anual en el financiamiento a PyMEs de 2025 a 2030. Este crecimiento permitirá acercarse a los niveles de crédito que requieren los países emergentes para consolidar un desarrollo sostenible.


Medidas concretas que beneficiarán a las PyMEs

El plan no se limita a un simple incremento en los números. Viene acompañado de un conjunto de acciones diseñadas para hacer más accesible y justo el crédito:

  • Reducción de tasas de interés: se buscará que los créditos a PyMEs sean más competitivos frente a los préstamos personales o tarjetas de crédito.
  • Mayor uso de garantías: la banca de desarrollo tendrá un papel clave al respaldar con garantías parciales, reduciendo el riesgo para los bancos y facilitando la aprobación de créditos.
  • Simplificación regulatoria: se trabajará en procesos más ágiles para la solicitud y otorgamiento de financiamientos.
  • Digitalización del sistema financiero: la adopción de plataformas digitales permitirá evaluar riesgos en tiempo real y dar acceso a crédito con mayor rapidez.
  • Educación financiera: programas conjuntos para que empresarios y emprendedores aprendan a administrar mejor sus deudas y aprovechar los recursos obtenidos.

Lo que significa para las PyMEs mexicanas

Para los dueños de negocios, este acuerdo se traduce en oportunidades muy concretas:

  • Liquidez para crecer: acceder a capital de trabajo para ampliar operaciones, invertir en tecnología o contratar más personal.
  • Formalización: más empresas tendrán incentivos para integrarse a la economía formal y acceder a beneficios fiscales.
  • Confianza de inversionistas: la certidumbre de que el crédito aumentará genera un entorno atractivo para inversiones nacionales y extranjeras.
  • Competitividad internacional: con más recursos, las PyMEs podrán integrarse en cadenas de valor exportadoras, especialmente dentro del TMEC.

Retos que no deben ignorarse

Si bien el anuncio representa un avance, también existen desafíos importantes que las PyMEs deberán considerar:

  • Historial crediticio: muchas empresas aún carecen de registros formales que les permitan ser sujetas de crédito.
  • Capacidad de pago: en un entorno de tasas de interés todavía elevadas, el riesgo de sobreendeudamiento es real.
  • Desigualdad regional: las PyMEs en grandes urbes como la Ciudad de México, Monterrey o Guadalajara suelen tener más acceso que las de estados con menor desarrollo financiero.
  • Cultura empresarial: la educación financiera será crucial para que los créditos se utilicen de manera productiva.

El compromiso entre el Gobierno y la banca mexicana de ampliar el crédito a PyMEs marca un antes y un después en la historia financiera del país. Si se cumplen las metas de crecimiento del financiamiento y se implementan las medidas de simplificación y digitalización, las PyMEs tendrán por primera vez en décadas la oportunidad real de acceder a capital suficiente para crecer, innovar y competir.

El desafío para los empresarios es prepararse desde hoy: fortalecer su contabilidad, construir un historial crediticio sólido y aprovechar los programas de educación financiera. El futuro pinta prometedor, pero solo las PyMEs que se adapten estarán listas para aprovechar estas oportunidades.

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