Adquirir una franquicia significa pagar derechos por uso de marca, propiedad intelectual y un modelo de negocio probado y sólido que se traduzca en rentabilidad. Por otra parte, fundar una empresa significa partir desde cero con un modelo de negocio original y con total libertad creativa y operativa.
¿Cuál es más conveniente? La respuesta más acertada es que depende de la personalidad del emprendedor. Si tú tienes todo el empuje y un capital inicial considerable, pero reconoces que no eres demasiado creativo o innovador y prefieres apostar por lo que ya funciona, aunque tengas que someterte a esquemas ya establecidos, una franquicia es la mejor opción. Si, por el contrario, eres inquieto pero confías en tu instinto emprendedor y en tu capacidad para abrirte camino en el mundo de los negocios, elegirás ser la cabeza de una empresa propia.
En cualquiera de los dos casos, DiSí te ofrece soluciones financieras para la falta de liquidez, principalmente derivada de las ventas a crédito y de los retrasos en la cobranza, para que cuentes con los recursos necesarios para cumplir tus objetivos empresariales. Esperamos tu registro en www.disioperaciones.com. Empresario + DiSí = Mejor empresario.
